Nuestra empresa asociada Ipasa, un referente de la panadería gallega, se integra en Monbake, uno de los grupos más importantes del sector en España. Este movimiento estratégico no solo reconfigura el panorama de la panadería nacional, sino que también resalta la evolución de una compañía que ha sido parte integral de la historia económica de nuestra región y de nuestra Asociación de Empresarios.
Ipasa, nacida en 1968 fruto de la unión de varios industriales panaderos que llevaban décadas fabricando pan para nuestra ciudad, ha sido un pilar del crecimiento y desarrollo de la industria local. Desde sus primeras operaciones en 1970 en las instalaciones de Agrela, actualmente número 20 de la calle Pasteur, Ipasa no solo ha sido una empresa, sino también un símbolo de esfuerzo, dedicación y crecimiento para muchos gallegos.
A lo largo de los años, Ipasa ha diversificado su presencia en el mercado con sus tiendas Sanbrandán, un nombre que ha sido sinónimo de calidad, tradición y cercanía para los consumidores gallegos. Con un surtido de productos artesanales que siguen la esencia de la panadería tradicional, las tiendas Sanbrandán se han ganado el corazón de miles de clientes que han hecho de sus productos una parte esencial de su día a día.
Una de las grandes contribuciones de Ipasa no solo ha sido su aportación al sector, sino también su profunda vinculación con nuestra Asociación. En 2023, en reconocimiento a su destacada trayectoria, fue nombrado presidente de honor de Agrela, a don Manuel A. García Santamaría, quien fuera director general de la compañía durante más de 37 años.
Tras su salida, el testigo de la dirección de la empresa fue recogido por don Carlos Martínez Rubinos, quien continuó con la labor de crecimiento y consolidación de la empresa.
Hoy, al unirse a Monbake, Ipasa asegura su futuro dentro de un mercado cada vez más competitivo. Por eso, desde Agrela queremos desearles el mayor de los éxitos en esta nueva etapa, en la que por supuesto, seguirán contando con todo el apoyo de su familia empresarial.
Estamos seguros de que, a pesar de los cambios, el espíritu que ha caracterizado a Ipasa desde sus inicios en 1968 perdurará, demostrando que la tradición panadera gallega sigue viva, adaptándose y creciendo.